Vivir en Comunidad

El plan de Dios para nuestras vidas incluye vivir en comunidad cristiana, por medio de la cual recibimos el apoyo necesario para seguir a Cristo y desarrollarnos espiritualmente. 

Una continuación del artículo 'Vivir en Comunidad Cristiana' que explica las diferencias entre vivir en comunidad y ser parte de un sistema religioso.

"Por amor a ustedes, yo con gran placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo". 2 Corintios 2:15



Este artículo examina algunas de las motivaciones que existen para empezar un ministerio nuevo o establecer una comunidad propia.  Si rehusamos aprender de otras personas con más experiencia que nosotros, es probable que nuestros propios intentos fallen.



Vivir en una iglesia en casa o comunidad cristiana no es fácil. Aquí te damos 5 principios para convivir con otros cristianos a tiempo completo.


Este artículo revisa los problemas que enfrentan a menundo las comunidades intencionales y ofrece algunas soluciones al respecto.  Nos brinda un ejemplo inspirador de la comunidad que podemos formar con los que quieren trabajar por Dios.

¿Qué tan importante es para nosotros "gustar" de las personas con las que vivimos y trabajamos? A menudo, hemos dicho que no necesitamos que nos gusten las personas, siempre y cuando aún las amemos como cristianos. En otras palabras, incluso cuando las personas se comportan mal, debemos amarlas. Pero, a veces dejamos que los "disgustos" crezcan innecesariamente.



¿Dónde está la verdadera utopía? ¿Aun existe? ¿Cómo lo podemos encontrar aquí en la tierra?



Algunas personas creen que medirse objetivamente no es espiritual.  Quieren sentirse libres para hacer lo que quieran cuando quieran, o incluso a veces, no hacer nada.  Pero nosotros estamos esforzándonos en aprender a cómo usar mejor nuestro tiempo y los recursos que tenemos disponibles.



En este artículo trataremos el tema de la tranquilidad y su relación con la oración, con escuchar a Dios y con escapar del ajetreo de la vida.



La apatía, o tibieza, es un poco como una enfermedad transmitida por el aire, donde comenzamos a hacer que los que nos rodean se sientan más cómodos con la indiferencia también.  Ha pasado en la mayoría de las iglesias modernas y puede fácilmente pasar a nosotros también si tomamos precauciones.



A veces, uno solamente quiere hacer las tareas que a uno le gustan o cree que son más importantes.  Sin embargo, vivir en comunidad nos enseña que tenemos que aprender a servir a los demás con amor, sin importar la tarea que hagamos.

Jesús dijo que el mayor mandamiento era amar a Dios y amar al prójimo. (Mateo 22:37-40)  Este artículo explica la importancia de poner en alta prioridad la reconciliación con nuestros hermanos y hermanas en Cristo.



Jesús nos da un método práctico y eficaz para resolver las diferencias y quejas que podemos tener el uno con el otro.  Si practicamos estos pasos de reconciliación, podemos lograr relaciones íntimas y honestas en cualquier ámbito.

Todos hemos vivido alguna vez desacuerdos que han amenazado con convertir a amigos en enemigos.  Las malas relaciones que surgen de estos desacuerdos a menudo pueden convertirse en permanentes.  Sin duda, sería bueno invertir o sanar algo de esto.  ¿Y si pudiéramos hacer algo que hiciera que incluso nuestros peores enemigos se dieran la vuelta y dieran un paso o dos en nuestra dirección?  Este artículo es un intento de ayudarnos a lograr ese objetivo.



Cuando uno se une a una comunidad, es fácil para las personas nuevas pensar que los demás estén ahí para servirles.  Pero lo primero que tenemos que aprender es cómo llevar nuestra propia carga, para que podemos después aprender a llevar las cargas de los demás.



Es tentador ser imprudente con respecto a las finanzas, como una manera de probar que tenemos una gran "fe". Pero estamos “tentando” a Dios si desechamos lo que Él nos ha dado.  Este artículo se trata de caminar esa línea fina entre practicar nuestra fe en la provisión de Dios a la vez ser responsable con los recursos que nos ha dado para usar en Su servicio.



Hemos tendido a no usar pautas escritas para el hogar porque no queríamos volvernos sobre-reglamentados.  Sin embargo, descubrimos que NO tener algunas reglas escritas puede, a veces, resultar muy frustrante para todos. Esta lista es una guia básica de algunas prácticas que contribuyen a una convivencia más eficiente y menos estresante.



Hay algunos temas fundamentales que se necesitan resolver antes de poder establecer una comunidad cristiana.  Aunque este artículo es bastante largo, detalla consejos prácticos para ayudar a personas que quieran empezar una comunidad cristiana similar a la nuestra.  También ayuda a entender mejor cómo funciona nuestra propia comunidad.


Muchos de estos consejos se relacionan más a visitas de nuestros miembros a otras comunidades pero también son relevantes a cualquier visita que hacemos a cualquier persona.  Pueden ser una manifestación de La Regla de Oro en nuestras vidas.