El camino de Dios hacia arriba a menudo parece un camino hacia abajo. Existe una revolución, un ciclo espiritual que incluye tiempos de prueba y bendiciones. Cada vez que nos mantenemos fieles durante este ciclo, avanzamos espiritualmente.
La mayoría de nosotros hemos aprendido a defender nuestro orgullo. Sin embargo, Dios quiere que lo destruyamos para poder darnos algo mejor. Pero destrozar el orgullo es algo que muy pocas personas están dispuestas a hacer.
A nadie le gusta la crítica. Sin embargo, nuestro crecimiento espiritual depende de poder aceptar la verdad de la crítica y de no presumir que ya hemos alcanzado la perfección.
A nadie le gusta ser criticado, pero podemos entrenarnos para centrarnos en los beneficios que se pueden obtener al aceptar las críticas y así aliviar el dolor que trae a nuestro orgullo.
"Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios." Salmo 51:17 Mientras Dios ama a "un corazón quebrantado y contrito", es igualmente ofendido por un espíritu contrario. En este artículo examinamos la diferencia entre los sacrificios religiosos y el remordimiento sincero.
Hay una diferencia entre la condenación y la convicción. Una es fruto del orgullo y conduce a la muerte, mientras que la otra viene de Dios y nos lleva a dar frutos buenos.
"O hagan bueno el árbol y bueno su fruto, o hagan malo el árbol y malo su fruto; porque el árbol es conocido por su fruto". (Mateo 12:33)
El bien o el mal, no hay ningún intermedio.
Todos queremos ser perdonados por nuestros pecados. Pero hoy en día las disculpas generalmente no contienen ningún indicio de arrepentimiento. Si las disculpas y confesiones de pecado no son suficientes, ¿entonces qué es necesario para recibir el perdón?
Jesús nos dice con franqueza que si no perdonamos a nuestro hermano, Dios no nos perdonará. Perdonar a los demás es para nuestro propio beneficio. Entonces ¿por qué no lo hacemos?
Hay una poderosa conexión entre perdonar a los demás y ser perdonados nosotros mismos.
¿Cuál era el problema espiritual con Simón el Mago? ¿Es un problema que afecta a nosotros?
Creerse superior a los demás en base a la religión es uno de los pecados más detestables a los ojos de Dios. La verdadera justicia de Dios se recibe solamente cuando nos damos cuenta que nosotros mismos no somos justos.
Este artículo está dirigido a las mujeres aunque aplica de igual modo a cualquier persona que tiende a poner la 'producción' por arriba de la necesidad de esuchar a Jesús.
En este artículo hemos integrado algunas ideas con el fin de poder observar más de cerca cómo la deshonestidad eventualmente puede conducir a la santurroneria y fariseísmo.
La independencia, la iniciativa personal y la flexibilidad no son buenas ni malas en sí mismas. Pero tampoco lo son la organización, la cooperación y la rendición de cuentas. Para ser realmente eficaz para el Reino de Dios, tenemos que aprender cómo someter nuestras opiniones a las de los demás para poder trabajar en unidad.
Es fácil encontrar las fallas en los demás y criticar lo que hacen mal. Pero salvo que estemos ofreciendo y viviendo una alternativa positiva, seremos nada mas que "desconformes".
A todos nos cuesta aceptar la verdad sobre nosotros mismos, ya que nos desafía a cambiar cosas que hemos resistido por bastante tiempo. Pero si lo que buscamos es ser adulados, entonces vamos a ser fácilmente engañados por falsos profetas o convertirnos en uno nosotros mismos.
No hay nada malo en aspirar a cumplir mucho para Dios y ser grande en Su Rieno. Pero se necesita más que altas aspiraciones para alcanzar realmente la "grandeza".
El orgullo, no es algo para tratar con cautela, esperando que muera por muerte natural (lo cual nunca pasa). En vez de eso, lo tienes que pisar; tienes que meter una daga en su corazón diabólico, o te va a acosar para siempre.
¿Cuál es una diferencia entre la gente que son fiel al sistema y la gente que siguen a Jesús? La gente fiel al sistema se resiste a la crítica con respecto a su moral, mientras que los seguidores de Jesús tratan de mantenerse abiertos a la crítica con respecto a su moralidad.
La cruz no está ahí para excusar nuestra desobediencia. Tenemos que progresar más allá del nivel de la gracia pervertida de la (in)madurez, y ver que la obediencia se aplica a nuestra vida entera.
Este artículo trata de un aspecto del orgullo relacionado con el rencor. Es algo que puede ser bastante sutil en la vida de cada individuo, pero para el bien espiritual de todos, hay una necesidad de tratar con este tema.
© 2024 Cómo Vivir Por Fe