Los "gigantes espirituales" en realidad no son gigantes. Son simplemente personas comunes que eligieron poner a Dios primero, y seguir poniendo a Dios primero. Y eso rara vez, y quizá nunca, se ha hecho a la perfección. Hay muchas personas que se han propuesto ser gigantes espirituales... sin embargo, cuando les empezó a costar algo... o cuando se volvió un poco aburrido, perdieron el interés y se conformaron con una falsificación de su propio diseño.

Pero entre tú y yo, y las personas sobre quienes pensamos como gigantes espirituales - en todo el mundo y a lo largo de la historia - solo existen diferencias insignificantes. Es muy importante darnos cuenta de que podemos ser 'la sal de la tierra', como lo dijo Cristo. Nosotros podemos ser la razón por la cual Dios Todopoderoso decide dar a la raza humana un poquito más de tiempo para arrepentirse. No flotamos en las nubes, ni tenemos aureolas. Seguimos batallando con debilidades de todo tipo. Pero si seguimos intentando, nos podemos convertir en el tipo de persona que los demás consideran 'gigantes espirituales'... no porque realmente lo seamos, sino porque simplemente no nos rendimos cuando ellos sí.

Más específicamente, lo que Dios nos ha mostrado sobre vivir por fe es una revelación histórica, y es una de la cual tenemos una comisión especial para entregar. El mensaje no es nuevo como tal... ha estado ahí desde el sermón del monte. Sin embargo, estamos enseñándolo una vez más en estos últimos días. Si el mundo continúa girando por suficiente tiempo, y si nos mantenemos fieles, van a estar hablando de nosotros después de que estemos muertos, ya que estamos diciendo lo que nadie más en el mundo parece estar diciendo hoy en día. Y no es extraño, irrelevante, ni insignificante. Es la increíble pieza faltante para entender todo lo que Dios quiere decir a la raza humana. Increíble, ¿no?

Los héroes del pasado tuvieron partes inferiores de la verdad; pero ya que eran fieles al mensaje que Dios les había dado, hoy están inmortalizados. No es que debe ser nuestra meta en sí, pero puedes estar seguro de que lo mismo nos pasará a nosotros, aunque sea después de que hemos fallecido.

No obstante, hay dos excepciones a este reconocimiento universal. Es posible que algunas personas no sean recordadas por nombre aquí en la tierra, porque otras personas más prominentes habrán 'robado' toda la atención. Pero para estas personas, la biblia promete que a los ojos de Dios, van a recibir "una resurrección mayor" que los héroes más conocidos. (Hebreos 11:34-35) Y la segunda excepción (la cual es una posibilidad) es si el mundo no sobrevivirá lo suficiente para que la gente nos inmortalice. Por supuesto, eso sería infinitamente mejor, porque significaría que Jesús ya habrá vuelto y podremos ayudarle con establecer su Reino aquí en la tierra.

¡Sería genial! Pero recuerda que incluso si eso sucede, no será porque somos gigantes espirituales. Será solamente porque no dejamos de poner a Dios primero.

Hemos visto a decenas de personas ir y venir de nuestra comunidad... cada uno cediendo a la tentación de hacer las cosas a su propia manera, o de tomar algún atajo egoísta, y como resultado, cada uno volviéndose enanos espirituales. Pero si nos mantenemos honestos, abiertos, amorosos y enseñables, Dios puede convertirnos en lo que Él quiere que seamos... incluso si seremos solamente pequeños peones humildes en su ejercito. ¡Es mejor ser un humilde peón en un ejercito eterno, que ser el general de más alto rango en todos los ejércitos insignificantes del mundo!


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