Un hombre religioso le preguntó a Jesús: “¿Qué puedo hacer para tener la vida eterna?”
"Ama a Dios y a tu prójimo", respondió Jesús.
Como el hombre tenía poco amor, preguntó: “¿Quién es mi prójimo?”
Jesús entonces contó una historia:
Un hombre fue golpeado y robado mientras viajaba de la ciudad Nueva Delhi, en India, a Calcuta. Fue dejado por el camino medio muerto.
Un sacerdote católico lo vio, pero ya iba tarde a misa. Así que él miró hacia otro lado y se fue de paso.
Un misionero protestante también vio al hombre, pero se dirigía a un estudio bíblico, por lo que también miró hacia otro lado y siguió su camino.
Entonces vino un hindú y ayudó al hombre. Lo llevó a un hospital y pagó la cuenta, porque el hombre no tenía dinero.
“Ahora ¿quién fue un buen vecino?” preguntó Jesús.
“El hindú”, respondió el religioso.
“Entonces sigue su ejemplo”, ordenó Jesús.