Lo que hace que la profecía sea tan complicada es que rara vez dice exactamente lo que va a suceder y cuándo. Recuerda, Dios está trabajando en una especie de bucle entre nuestro libre albedrío y Su conocimiento de lo que será el resultado de lo que nosotros conocemos.

Obviamente, mientras nos va revelando más acerca de lo que va a pasar, resulta en respuestas de nuestra parte, que, a su vez, afectarán el resultado final. Él solamente puede revelarnos una cierta cantidad, y luego ver cuál será nuestra reacción a eso. Si nuestra reacción resulta ser de tal forma que hace cambiar el resultado que Él ha predicho, entonces, por supuesto, Él debe que alterar la predicción o restringir lo que Él dice hasta que nos revele solamente el justo y necesario como para prepararnos para el evento venidero, sin que perdamos el punto de que cualquier cambio tiene que ser algo interno, y no externo.

De vez en cuando hay excepciones a esto. Cuando Jonás fué a Nínive, gritando: "¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!" esto en realidad fué una amenaza más que una predicción. Ya que el pueblo se arrepintió, Dios no los destruyó en ese momento. El mismo Jonás se enojó profundamente porque Dios le había hecho ver como un tonto por no cumplir con la amenaza. (Jonás 3:04-4:01 )(Nota: Dios, sin embargo, sí destruyó a Nínive eventualmente).

Hay pequeños trucos que Dios usa para ocultar ciertas partes de lo que Él trata de comunicar. Algunas partes están ocultas a todos, y otras están solamente ocultas a ciertas personas. Jesús le dijo a sus seguidores más cercanos: "A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios, pero a otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan." (Lucas 8:10)

Otro truco es incluir significados ocultos y dobles entendimientos que sólo se aclararán a medida que uno se acerca a los acontecimientos que se predicen. Más adelante, en Capítulo Seis hablaremos de una profecía que revela la fecha en que sucederá un evento. Sin embargo, esa profecía incluyó una palabra que tenía dos significados diferentes. Podría haber significado siete días o podría haber significado siete años. Ya que la profecía no se cumplió para caber con la interpretación de siete "días", y sí se cumplió a la perfección para la interpretación de siete "años", ahora sabemos qué interpretación era la correcta.

Pero los que primero escucharon esta profecía, no podrían haber sabido con certeza qué interpretación era la correcta. Prácticamente cada profecía incluye algunos términos vagos como estos.

La mayoría de las profecías son como piezas individuales en un rompecabezas. Cada pieza debe quedar alineada con las demás piezas a su alrededor si se quiere considerarlas como correcta. Se puede forzar juntos a dos piezas que en realidad no encajen, pero es muy poco probable que esa misma pieza pueda encajar con todas las demás piezas que la rodean.

Hemos sugerido cuatro áreas en las que la profecía debe alinearse con las piezas que la rodean. Estas son (1) el significado literal; (2) eventos seculares; (3) lecciones espirituales; y (4) el uso constante de palabras clave. Puede haber otras, pero empezaremos con estas por ahora.

(1) El Significado Literal. Si tienes la sensación de que alguien está tratando de hacer que una profecía está diciendo algo que no está diciendo realmente, no tengas miedo de cuestionar la interpretación. Las interpretaciones falsas a menudo se enfocan en palabras claves y hacen caso omiso del contexto gramatical de la frase en la que aparecen (e incluso el contexto general de un texto o discurso). Una de las áreas en las que esto sucede más a menudo es con los números. Algunos encuentran un pasaje que dice, por ejemplo, 1.260 días, pero ya que el período de tiempo no se ajusta a su teoría personal, entonces te dirán que la interpretación correcta es 1.260 años!

La teoría del Año 2000 fue un ejemplo de esto. La Biblia dice que el tiempo no es nada para Dios: "Un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día." (Salmo 90:4) Sabemos que Dios hizo el mundo alrededor de hace unos 6.000 años, en sólo seis días, y luego descansó en el séptimo día . Ninguna de estas dos verdades aisladas es profética. Simplemente declaren algo obvio: que Dios puede hacer más en un día (por ejemplo, crear vida humana) de lo que nosotros podríamos hacer en mil años.

Pero la profecía Bíblica dice que Jesús va a gobernar al mundo por 1.000 años después de su regreso. Así que algunos tomaron estas dos declaraciones no proféticas y las unieron para formar una teoría de que Dios pasó 6.000 años gobernando al mundo, y en el año 2000, Jesús volvería, para que Dios pudiera tener un descanso de 1,000 años. Pero, por supuesto, la Biblia nunca dijo eso.

(2) Eventos Seculares. Al fin del día, la prueba del pastel está en comerlo. Si Jesús hubiera regresado el 1 de enero del año 2000, entonces habríamos tenido que retractarnos de lo que dijimos antes de esa fecha. Una vista en retrospectiva es mucho más clara que previsión, y es más fácil ver dónde una profecía dice algo claramente después de que ese "algo" sucede. Esta realidad le roba a la profecía algo de su fuerza, pero todavía puede mostrar lo inteligente que es Dios: Él es capaz de decirnos algo, al mismo tiempo que lo esconde de nosotros hasta que Él realmente quiera que lo veamos. Como se dijo anteriormente, nos impide de utilizar nuestro conocimiento para alterar el curso de los acontecimientos.

Eventos seculares son especialmente útiles mientras nos acercamos al cumplimiento de una profecía. Ciertamente las cosas que están sucediendo en el mundo de hoy son emocionantes cuando se las compara con lo que la Biblia dice acerca de ellas. Pero ten cuidado cuando la gente empiezen con el periódico o el internet y luego tratan de encontrar algún significado profético en todos los titulares que leen. Siempre hay alguien tratando de explicar que la Biblia predijo sobre Monica Lewinsky, o de que la princesa Diana iba a morir en un accidente automovilístico. Asegúrate de que la profecía específica encaje con las otras tres partes del rompecabezas antes de que pongas mucha confianza en que se relaciona al evento secular específico.

(3) Lecciones Espirituales. Como dijimos antes, Dios no hace milagros simplemente para entretenernos, y esto incluye también las profecías bíblicas. Incluso sus advertencias de juicio son pocas y dispersas. La mayoría de las profecías en realidad están tratando de enseñarnos algo sobre el mundo en general, y las lecciones entre una profecía y otra son bastante consistentes. La mayor parte de las profecías del Antiguo Testamento eran acerca de la venida de Jesucristo. La mayor parte de las profecías del Nuevo Testamento son acerca de su regreso. Pero junto con esta misma predicción de su regreso hay revelaciones importantes sobre la futilidad de confiar en cualquier otro sistema u organización, en lugar de confiar en el propio Dios y su reino invisible de amor y fe.

(4) El Uso Consistente de Palabras Clave. Esta regla puede sonar un poco rara. Pero debido a que las profecías están tan habílmente escondidas de la comprensión de la mayoría de gente, se necesita un poco de esfuerzo encontrar las palabras clave que ayudan a encajar una profecía con otra. Estas no sólo establecen una conexión entre varios pasajes, sino que también dan una idea de la lección espiritual detrás de ellas.

Por ejemplo, la mayoría de las profecías del Antiguo Testamento acerca del Mesías no utilizaron el término "Mesías". En su lugar se usaron otras palabras clave o frases. En Daniel 7:13 el término era "Hijo del Hombre". Aunque Jesús rara vez se refirió a sí mismo como el Mesías (o " Cristo"), utilizó repetidamente el término Hijo del Hombre cuando se refería a sí mismo. A una mente ignorante, Él no estaba diciendo nada orgulloso o jactansioso. Después de todo, todos somos hijos e hijas de otros seres humanos. Él no estaba proclamando su divinidad o reinado, ni  proclamando que Él era el Mesías. Esto era consistente con lo que enseñó acerca de no sobre-estimarnos, y de dejar que los demás sean quienes nos alaben. (Lucas 14:8-11 ) Una perspectiva retrospectiva se nos ha revelado el significado completo de lo que Jesús estaba comunicando. "Hijo del hombre" fue una frase en clave que dirigió hasta la referencia mesiánica de Daniel acerca del regreso de Cristo en "las nubes del cielo."

Debido a todos estos factores, no podemos enseñar profecía simplemente apuntando a un versículo que diga: "EE.UU. será destruido en el año 2023." Tenemos que unir una gran cantidad de piezas primero, antes que podamos decir mucho con confianza; y aun así la profecía será parte de una lección más grande que Dios quiere enseñarnos. Cuando todas las piezas empiecen a encajar, es cuando todo puede ponerse emocionante. Pero tarda tiempo antes de que eso suceda.


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