No es tan difícil escuchar de Dios como se imagina la mayoría de la gente.

El problema es que no estamos tan interesados en escuchar de Él.  Si tuviéramos un canal de televisión con imágenes en vivo y en directo desde el Cielo, lo miraríamos apenas de vez en cuando, y sólo por curiosidad.  Pero volveríamos a los canales comerciales una vez que nos diéramos cuenta de lo que Dios nos estaba diciendo.

La manera más rápida y más eficaz de escuchar de Dios es por medio del ayuno.  Cuando uno quiere escuchar de Dios más que cualquier otra cosa (aun comer o vivir), ahí entonces lo podrá escuchar.  Él quiere que reconozcamos que conocer Su voluntad es lo más importante para nuestras vidas.  No es cuestión de agregar un poquito de Dios a nuestras vidas actuales.  Lo que nos ofrece (la vida eterna y la comunión con Él) está disponible sólo si estamos dispuestos a entregar nuestras vidas enteras a Dios.

Muchas personas dicen que les gustaría tomarse unas semanas para "orar" sobre vivir por fe.  Por supuesto, no se tarda unas semanas en recibir una respuesta de Dios.  Pero la verdad es que estas personas no están buscando una respuesta genuina.  Algunas de ellas se fueron a orar por la voluntad de Dios hace años y todavía no volvieron con la contestación.

Cuando alguien dice, "Dame unas semanas para orar sobre eso", por lo general quieren decir "Dame unas semanas para buscar suficientes excusas para desobedecer a Dios... o por lo menos para distraerme tanto que me olvido de lo que ya me había dicho".

Es notable que cuando se trata de trabajar para Dios u obedecer cualquiera de sus mandamientos, estas personas dicen necesitar "orar" sobre eso para asegurarse de que verdaderamente sea la voluntad de Dios.  Pero, ¿oran antes de prender la televisión? ¿Oran antes de ir a trabajar por el dinero? ¿Oran antes de gastarse el dinero en sí mismos?  Día tras día estas personas hacen miles de cosas sin importarles siquiera un poco si lo que están haciendo es verdaderamente la voluntad de Dios.  Pero apenas uno las desafía en cuanto a las implicaciones de lo que Jesús mandó en la Biblia, fingen estar preocupadas de estar seguras sobre la voluntad de Dios.

No tarda semanas en escuchar de Dios si estás comprometido en obedecer cualquier cosa que te diga.  Pero podemos pasar una vida entera en la comodidad de caminos tranquilos, amistades, sueño, consejos, juntas religiosas, programas de televisión y, por supuesto, mucha comida.

"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados." (Mateo 5:6)  El ayuno es la mejor manera de mostrarle a Dios que verdaderamente queremos escuchar de Él.  Pero si pretendemos tener hambre por Su justicia (mientras seguimos haciendo lo que queramos), sólo terminaremos llenos de nuestra justicia propia.

Mucha gente piensa que está pensando cuando en realidad sólo están organizando sus prejuicios.  ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste de Dios?  ¿Quieres escuchar de Él más que cualquier otra cosa?

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